Charles H. Spurgeon

“Quien dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques. Porque Jehová
ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y
beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados.” 2 Reyes 3: 16, 17.
Tres ejércitos estaban pereciendo de sed, y el Señor intervino. Aunque no envió ni nube ni
lluvia, sin embargo, les suministró una abundancia de agua. Él no depende de métodos
ordinarios, sino que puede sorprender a Su pueblo con cosas novedosas de sabiduría y
poder. De esta manera somos conducidos a ver más de Dios de lo que los procesos
ordinarios habrían podido revelarnos. Aunque el Señor no se nos aparezca de la manera que
esperamos, o deseamos, o suponemos, sin, embargo, de una manera o de otra Él nos
proveerá. Es una gran bendición para nosotros que seamos alzados por encima de la
búsqueda de causas secundarias, de tal forma que podamos contemplar el rostro de la
grandiosa Causa Primera.
¿Contamos en este día con la gracia suficiente para cavar cauces por los que pueda fluir la
bendición divina? ¡Ay!, a menudo fallamos en la demostración de fe verdadera y práctica.
En este día debemos estar en guardia buscando respuestas a la oración. Como la niña que
asistió a una reunión de oración pidiendo lluvia y llevó un paraguas consigo, así nosotros
hemos de esperar verdadera y prácticamente que el Señor nos bendiga. Llenemos el valle
de estanques y esperemos verlos todos llenos.
La Chequera del Banco de la FE. Traducción de Allan Román
