Have an account?

Devocionales Diarios

Charles H. Spurgeon

5 de Noviembre
“Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante el
mí el espíritu, y las almas que yo he creado.” Isaías 57: 16.
Nuestro Padre celestial busca nuestra instrucción, no nuestra destrucción. Su contención
con nosotros tiene una amorosa intención hacia nosotros. Él no siempre estará alzado en
armas en contra nuestra. Nosotros creemos que el Señor prolonga Sus castigos, pero eso es
porque nuestra paciencia es limitada. Su compasión permanece para siempre, mas no su
contención. La noche pudiera parecer inacabable, pero al fin ha de dar paso al alegre día.
Así como la contención es únicamente por un tiempo, así la ira que conduce a ella es
únicamente por un pequeño rato. El Señor ama demasiado a Sus elegidos y no puede estar
siempre airado con ellos.
Si Él tratara siempre con nosotros como lo hace algunas veces, decaeríamos sin tardanza, y
descenderíamos sin esperanza a las puertas de la muerte. ¡Valor, querido corazón! El Señor
pronto pondrá término a Su reprimenda. Aguanta, pues el Señor te sostendrá, y te
transportará. El que te creó sabe cuán frágil eres, y cuán poco puedes soportar. Él manejará
tiernamente lo que creó tan delicadamente. Por tanto, no tengas temor por causa del
doloroso presente, pues se desliza rápidamente hacia un jubiloso futuro. El que te afligió te
sanará; Su pequeña ira será seguida por grandes misericordias.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román