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Devocionales Diarios

Charles H. Spurgeon

13 de Noviembre
“He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.” Salmo 121: 4.
Jehová es “el Guarda de Israel”. Ninguna forma de descuido se introduce clandestinamente
en Él, ni el más profundo sueño ni el más ligero reposo. Nunca deja de vigilar la casa y el
corazón de Su pueblo. Esta es razón suficiente para que descansemos en perfecta paz.
Alejandro decía que él dormía porque su amigo Parmenio velaba; con mayor razón
deberíamos dormir porque nuestro Dios es nuestro guarda.
“He aquí” es introducido aquí para llamar nuestra atención a esta verdad alentadora. Israel,
cuando tenía una piedra por almohada, se durmió; pero su Dios estaba despierto y vino en
visión a Su siervo. Cuando estemos indefensos, el propio Jehová cubrirá nuestras cabezas.
El Señor guarda a Su pueblo como un hombre rico guarda su tesoro, como un capitán
guarda una ciudad con una guarnición, como un centinela mantiene la custodia de su
soberano. Nadie podría dañar a aquellos que están bajo esa custodia. Quiero poner mi alma
en Sus amadas manos. Él no nos olvida nunca, no cesa nunca de cuidarnos diligentemente,
y nunca se considera incapaz de preservarnos.
Oh mi Señor, guárdame, para que no me descarríe y caiga y perezca. Guárdame, para que
pueda guardar Tus mandamientos. Por Tu cuidado vigilante impide que duerma como el
haragán, y que perezca como aquellos que sueñan el sueño de la muerte.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román