Charles H. Spurgeon

17 de Octubre
“Mas el que teme el mandamiento será recompensado.” Proverbios 13: 13.El santo temor de la Palabra de Dios experimenta un notable descuento ahora. Los hombres
se consideran más sabios que la Palabra del Señor, y se sientan para juzgarla. “Pero yo no
hice así, a causa del temor de Dios.” Nosotros aceptamos al Libro inspirado como infalible,
y demostramos nuestra estimación por medio de nuestra obediencia. No sentimos terror de
la Palabra, sino que tenemos un temor filial de ella. No tenemos miedo de sus castigos,
porque tenemos temor de sus mandamientos.
Este santo temor del mandamiento produce la tranquilidad de la humildad, que es mucho
más dulce que la temeridad del orgullo. Se convierte en un guía de nuestros movimientos;
una traba cuando vamos cuesta abajo, y un estímulo cuando vamos ascendiendo.
Preservados del mal y conducidos a la justicia por nuestra reverencia al mandamiento,
adquirimos una quieta conciencia, que es una fuente de vino; un sentido de libertad de la
responsabilidad, que es como vida de entre los muertos; y una confianza de agradar a Dios,
que es el cielo aquí abajo. Los impíos podrán ridiculizar nuestra profunda reverencia por la
Palabra de Dios; ¿pero qué importa eso? El premio por nuestro supremo llamamiento es
suficiente consuelo para nosotros. Las recompensas de la obediencia escarnecen las burlas
del escarnecedor.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román.
