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Devocionales Diarios

Charles H. Spurgeon

15 de Noviembre
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.” Filipenses 4: 19.
El Dios de Pablo es nuestro Dios, y suplirá toda nuestra necesidad. Pablo estaba seguro de
esto en relación a los filipenses, y nosotros estamos seguros de esto en cuanto a nosotros
mismos. Dios lo hará, pues así es Él: Él nos ama, se deleita en bendecirnos, y, haciéndolo,
recibirá la gloria. Su misericordia, Su poder, Su amor, Su fidelidad, todo se conjuga para
que no suframos carestía.
Qué gran medida es la que usa el Señor: “Conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús.” Las riquezas de Su gracia son grandes, pero, ¿qué diremos de las riquezas de Su
gloria? ¿Quién podría estimar Sus “riquezas en gloria en Cristo Jesús”? De acuerdo a esta
medida inmensurable Dios llenará el inmenso abismo de nuestras necesidades. Él convierte
al Señor Jesús en el receptáculo y en el canal de Su plenitud, y luego nos imparte Su
riqueza de amor en su forma más elevada. ¡Aleluya!
Este escritor sabe en qué consiste ser probado en la obra del Señor. La fidelidad ha sido
recompensada con enojo, y donadores liberales han puesto un fin a sus contribuciones; pero
este escritor al que han procurado oprimir no ha quedado un centavo más pobre, no, sino
que más bien ha prosperado; pues esta promesa ha demostrado ser verdadera, “Mi Dios,
pues, suplirá lo que os falta”. Las provisiones de Dios son más seguras que el Banco de
Inglaterra.
La Chequera del Banco de la Fe. Traducción de Allan Román